Podríais responder a esta pregunta:
¿Quién es el mejor jefe?
A)¿El mejor jefe es un gran experto que sabe todas las respuestas?
B)¿Alguien que no siempre sabe las respuestas, pero que sabe ayudarte a buscarlas?
Una fascinante encuesta* ha demostrado que si eres japonés, español, italiano o francés, lo más probable es que prefieras un jefe especialista y experto, que sepa las respuestas a tus preguntas. Pero, si eres sueco, holandés o estadounidense admirarás más a un jefe que pueda ayudarte a solucionar los problemas por tu cuenta.
Es solo un ejemplo de cómo los distintos puntos de vista según cada cultura afectan a trabajadores expatriados, líderes y también a miembros de equipos multiculturales.
Y es imprescindible comprender esta diferencia de modelos de jefe para trabajar juntos en paz y armonía.
¿Cuál es el problema con el jefe experto?
El jefe experto, que sabe todas las respuestas, es un factor de choque cultural en países como Suecia, Estados Unidos, Holanda y Dinamarca. Un jefe que intente darles soluciones hechas puede parecer arrogante, presumido y cerrado. Esto sucede porque las personas en estos países aprenden desde pequeños a organizarse en equipos más horizontales, con el poder más repartido entre todos. Creen que cada uno debería ser lo más autónomo posible, y debería aportar ideas y soluciones.
Así que una mayoría de los trabajadores prefieren que el jefe les facilite soluciones cuando están bloqueados en vez de solucionar sus problemas, indicando el camino y estimulando la búsqueda de recursos y soluciones.
¿Cuál es el problema con el jefe no experto?
En países como Japón, España, Italia, Francia y otros países donde prefieren más jerarquía en la oficina, les cuesta respetar a estos jefes. Para ellos un jefe debería conocer todas las respuestas a preguntas relacionadas con el trabajo. Un jefe que no ofrece respuestas claras es fuente de frustración. Desde el principio, las culturas jerárquicas han inculcado un modelo de organización: un experto dirige y los demás lo siguen.
¿Cuál es el mejor jefe y el mejor modelo de liderazgo internacional?
Como es de esperar la respuesta depende de varias circunstancias:
- La gran mayoría de los suecos serán más productivos y felices con un jefe no experto que les facilite el camino hacia una solución.
- La mayoría de los españoles trabajarán más rápido y mejor si su jefe les ofrece una respuesta inmediata.
- El jefe tiene que adaptarse a la cultura de su equipo.
Este es un reto enorme para los jefes que cruzan fronteras. Tienen que cambiar su estrategia sí o sí, o sufrirán las consecuencias de tener trabajadores frustrados, enfadados y desmotivados, y por tanto, menos productivos.
Los trabajadores también pueden aprender a ser más flexibles
Lo ideal sería que el jefe asumiera la mayor parte de la responsabilidad para adaptarse a la cultura de sus subordinados. Precisamente porque es el jefe, debería estar más capacitado para comprender las diferencias culturales, percibir las necesidades de su personal y hacer las adaptaciones necesarias. Sin embargo, siempre que sea posible, es aconsejable involucrar al equipo en este proceso.
La clave está en la formación, la comunicación y algo tan sencillo como acordar un protocolo que todos comprendan y acepten. Curiosamente, el simple hecho de exponer esta diferencia cultural, hablar de ello, comparar ideas y decidir cómo gestionarlo, puede transformar la dinámica en la oficina.
Si quieres ayuda para transformar la perspectiva de tu equipo multicultural, contacta con la Coordinadora de icultural.es
*Para más información sobre la encuesta de André Laurent de INSEAD, recomiendo el excelente libro de Nancy J. Adler “Internacional Dimensions of Organizational Behavior”; 2008, p. 49