Cada día tengo el gran placer de mediar en todo tipo de conflictos internacionales, interculturales y básicamente interpersonales (todos con grandes dosis de choque cultural). Por un lado tengo a mis compatriotas a distancia en Estados Unidos y por otro lado tengo a clientes en España, padres que mandan sus hijos a estudiar en USA. No voy a mentir: es un trabajo fascinante. Gracias a mi experiencia como periodista, puede decir que antes presentaba las noticias y ahora las estoy viviendo.
¿Qué es lo más sorprendente de mi trabajo?
Sin duda, lo que más me sorprende cada día es la visión tan radicalmente distinta que dos personas de dos países diferentes pueden tener de exactamente la misma situación, los mismos hechos, incluso las mismas palabras. Y cada vez que escucho una historia en dos versiones totalmente contrarias, pienso en esta ilusión óptica:

¿Qué ves? ¿Una señor mayor o una señorita jovencita? ¿Las dos a la vez?
Cuando enseño esta ilusión óptica a mis interlocutores, siempre les pregunto:»Si vieras a esta persona cruzando la calle ¿qué harías?»
La respuesta sería muy distinta dependiendo de si vieras a la mujer joven o a la anciana. Sería absurdo ofrecer ayuda a la señorita joven, pero podría ser igualmente absurdo no ofrecerla a la señora mayor. Y allí tenemos la raíz de muchísimos conflictos interculturales, nuestra visión de cualquier situación o problema provoca nuestra reacción.
- Yo veo a través de los filtros de mi cultura y actúo de una manera.
- Tu ves a través de los filtros de tu cultura y actúas de otra manera.
Vemos exactamente los mismos hechos pero nuestras respuestas a estas preguntas serán radicalmente diferentes:
- ¿Qué ocurre?
- ¿Qué significa?
- ¿Qué hago?

Cada año, cada mes, cada día, se repite el mismo fenómeno…
En mi trabajo, cada año repito el mismo caso del español que está viviendo en Estados Unidos y llega tarde a una cita. Contacta conmigo porque no comprende la reacción (desmesurada, en su opinión) del americano —amigo, familia anfitriona o su profesor—. “¡Es que se ha vuelto loco, Brenda! Ha sido increíble. No me lo puedo creer.”
No. Nadie está loco. Estamos otra vez ante la ilusión óptica, pero esta vez voy mostrar con el «ejemplo del reloj» como dos culturas tienen un concepto muy distinto de tiempo y puntualidad. Conozca que «vieron» estos dos chicos aquel día:
- El español ve un reloj relajado y comprensivo donde 5 minutos son “de cortesía”, como dicen en España.
- El americano ve un reloj inflexible donde cada segundo cuenta y cinco minutos tarde representa una gran falta de respeto porque estás desperdiciando el mayor tesoro del otro: su tiempo.
Cómo solucionar un conflicto internacional
El primero paso siempre es, acercar posturas. Cada conflicto internacional es una nueva ilusión óptica y el truco está en averiguar lo que ve el otro. Y no es fácil.
Entonces, cada día entro en el mismo juego:
- Mis compatriotas contactan conmigo desde EEUU para contarme las barbaridades que están cometiendo los españoles.
- Los clientes españoles contactan conmigo para contarme las barbaridades que están cometiendo los estadounidenses.
- Desde un punto de vista privilegiado, veo los mismos hechos como estadounidense y como española.
- Mi objetivo es conseguir que todos ven lo que veo yo.

El arte de acercar posturas
Conseguir mi objetivo suele ser un reto —a menos que esté tratando con personas que tienen muchísima experiencia y un bagaje —. Cuando trabajo con personas que no tienen experiencia en el extranjero, he aprendido que no hay ninguna fórmula mágica para abrir sus ojos. Cada nuevo conflicto internacional requiere su tiempo:
- Hay que dialogar muchísimo.
- Hay que utilizar todos los medios y canales de comunicación.
- Hay que recurrir a ejemplos, analogías, metáforas, casos reales, experiencias personales.
- Hay que escuchar mucho y contestar cada preocupación, argumento, pregunta y duda.
- Hay que tener muchísima paciencia.
- Hay que perseguir y perseverar.
- Y, como no, hay que utilizar muchísima diplomacia.

El poder de las ilusiones ópticas
Me encanta la metáfora de la ilusión óptica. Es una herramienta ideal para experimentar este reto intercultural. Gracias a esta página de ilusiones ópticas con doble sentido puedes apreciar la dificultad y la frustración del reto de cultivar la doble visión. ¿Siempre puedes distinguir dos interpretaciones de la misma imagen?
Cuando no soy capaz de distinguir lo que esconde una ilusión óptica, me siento frustrada. Miro y miro y miro sin ver. ¿Cómo que hay otra imagen allí en ese dibujo? ¿Dónde está? ¡Es imposible! Siento exactamente lo mismo ante un choque cultural. Y es precisamente por eso que me encanta esta actividad.
Cómo desarrollar tu doble visión internacional
Para ver dos versiones de un conflicto internacional, tienes que conocer las dos culturas a fondo. Es útil comenzar con una buena formación intercultural. También puedes leer libros sobre la inteligencia cultural, tu cultura y la cultura de tu país destino. Pero lo mejor de todo es ganar experiencia.
Y hay algo más: busca un guía con experiencia. Alguien como un nativo o un expatriado —como lo soy yo—, con mucha experiencia viviendo este fenómeno, puede ayudarte a ver el otro lado de cualquier historia. Un guía puede suponer la diferencia entre quedarte mirando una ilusión óptica durante unos siglos…. o unos segundos.